lunes, 26 de enero de 2009

Mis calcetines y yo.

Tendrán tanta importancia unos calcetines para ser meritorios de un articulo escrito al que, aparentemente a nadie importa ? Pues sí, para mí, el Cuervo, lo tiene y además en mayúscula ya que bien analizado pienso que muchos opinan como yo aunque, a primera vista, no lo exterioricen por ser cosa tan rutinaria - ya se han hecho la razón: "de que las cosas son como son..."

Un calcetín es feo, medianamente largo, estrecho, por lo general elástico, con forma de boomerang y sintético - ¿ Existe cosa más insípida, fea y triste que un calcetín ? pues sí: dos calcetines... Y la verdad, es ahí donde surge la polémica ya que, al fin y al cabo, cuando un calcetín se deteriora o se cae por el tendedero, el compañero se queda viudo pero una vez recogida toda la colada, el que queda entra, por méritos propios, en el montón de la ropa limpia y seguidamente empieza el descalabro calcetinero - porque, sea dicho de paso, por mucho que se parezca a un boomerang, el que vuela a través del espacio... ese, no vuelve..

Recuerdo, hace cuarenta o cincuenta años, nuestras madres tenían tres o cuatro pares de calcetines para nosotros que mantenían siempre "nuevos" surciendolos una y otra vez incluso con hilos de otro color para darle un genre (chic) - eran obras perfectas y los calcetines duraban, duraban y duraban. Por esas fechas, inventaron unos huevos de madera para arreglarlos más cómodamente, y más que un arreglo era un auténtico bordado.

Después de la Segunda Guerra Mundial no se conocían aún las gangas de : Tres pares por equis pesetas o media docena por un poco más ; los grandes almacenes no habían aún abierto sus puertas y tres décadas después aterrizaron los chinos por Europa abaratandolo todo, incluido los calcetines.

Pasan los años, vuelve la euforia dineraria, ya no se trata de tres o cuatro pares de calcetines. Los compramos de todos colores del arco iris, incluso rojos como los de Kiko Ledgard o los de James Dean o Sal Mineo en "Rebelde sin causa".

Sabes que si un calcetín verde se pierde, el otro no te sirve para nada pero lo guardas con los demás por si pudiera aparecer. Pero el mal es menor porque tienes la referencia del color del que te falta. La mayoría de las veces no aparece, pero ahí está durmiendo el sueño de los justos, porque es casi seguro que nadie, ni los mismísimos chinos, te venderían una sola unidad........... tal vez por internet...

No es sin embargo una regla que se aplica para todo - el año pasado un cuñado me preguntó si quería diez guantes de jardinería de la mano izquierda ya que él, siendo diestro, la mano izquierda no la utiliza casi nada (lo contrario de lo que me pasa a mi) - Por supuesto que acepté la oferta...

Cuando vas, por la mañana al cajón de los calcetines te encuentras en primera fila al verde huerfano, y otros colores también huérfanos, entonces empiezas a remover el cotorro y salen unos azules, te sientas cómodamente para ponértelos y resulta que son los del uniforme de tu nieta y, claro, no te van.Vuelves al cajón y solo queda un par de esos que son asquerosamente finos, unisex, tipo panty, sin forma de boomerang, que además odio. Para que se hagan una idea: tiene la estética de una tableta de chocolate negro "valor" pero mucho más fino.. También hay un buen surtido de esos blancos de deportistas, talla única, que, cuando das tres pasos se escurren hacia delante...Esos podrían valer, pero en un mes de enero, con ropa de invierno y con medio pié de calcetincitos blancos, por favor...

Ante el agobio, le pregunto a mi mujer donde están todos los calcetines..." Espera están aún por doblar, ahora te doy un par". Al rato viene con un par de cosas negras y tiesas que parecen más bien unos Fuet-Tarradellas - "...Toma, lo estiras un poco por los lados y ya está..."

Con la edad vas pensando como resolver esas pequeñas crisis y llegas a la conclusión de que ya has encontrado el camino de la verdad. Era tan simple y sin embargo... La solución : Olvidar el arco iris, olvidar los rombos, olvidar los colorines y comprarlos todos del mismo color: negro.Y, si por casualidad uno se pierde, no pasa nada, seria más o menos como la quinta rueda de un coche...

Doce pares de calcetines encuentran acomodo en el famoso cajón y vas tirando de ellos... Eso da gusto, como no se me habría ocurrido antes...Claro, como tampoco vas a lavar un par todos los días (para eso están las lavadoras), pues utilizas esos doce pares nuevos y algunos más ; llega la hora de la colada y todos van a parar al vientre de un enorme artilugio blanco con ojo de cíclope.

Una cuerda entera del tendedero llena de calcetines lavados es un espectáculo embriagador que recuerda una gran parada militar o el perfecto alineamiento de los peones de ajedrez.

Piensas que el problema esta resulto: pues no. Empieza otro tipo de problema más íntimo. Es una lucha sin cuartel entre tus calcetines y tú.

Es evidente que todos son negros - aunque, bien mirado, algunos da la impresión que son algo azulones - Te pones el primer par y resulta que uno es más largo que el otro, eso te da una sensación interior de ir cojeando - La solución es de lo más sencilla, te pones el largo a la altura del corto y Santas Pascuas. Un poco como un pantalón bombacho en una pierna y en la otra un pantalón de tubo pero en versión calcetín.. Te los quitas y buscas la pareja, pero con unos treinta calcetines-fuet para escoger es tarea ardua. Encuentras por fin el que crees que es la pareja, te lo pones y... Sí, el largo es el mismo, pero la tirilla elástica de uno de ellos te atenaza a rabiar. Es evidente que cada calcetín tiene su padre y su madre pero si además es Made in Taiwan, te puedes esperar de todo.- y si la tirilla te aprieta, pues........... te aguantas y punto.

Una cuñada cuyo marido tiene unas pantorrillas super gruesas ha encontrado la solución: corta las tirillas elásticas y asunto concluido - Resultado: burda imitación de los "calamares del campo" pero en versión sintética.

Un día se me encendió la bombilla y con hilo blanco cosí un distintivo en las puntas de cada par, para distinguirlos a primera vista (muy difícil, ahora comprendo lo del huevo de madera), pero cuando están limpios todos los distintivos están en el mismo sitio...

Me consta que existen bolsitas, para que no se mezclen en la lavadora, pero cuando toca la campana de la colada, busca quince o veinte diminutas bolsitas que caben en un dedal, que pueden estar en cualquiera de los cuarenta cajones que hay en una casa o en los cuatro o cinco armarios u otros artilugios "analógicos" que tienes para guardar cualquier cosa...Y, si en casa tienes algún perro o gato, entonces lo recomendable es no buscarlos porque pueden estar debajo de la cama, dentro de un zapato o en lo alto de un armario... .

En definitiva, acuérdate, una campaña bélica contra cualquier tipo de calcetín es batalla perdida de antemano...


El Cuervo.