jueves, 29 de mayo de 2008

Uno más uno, igual a tres

Eso es lo primero que pienso cuando me toca abrir un brik de vino, de zumo o de leche, porque eso de " abre fácil " hay que archivarlo en el famoso baúl de los recuerdos de nuestra querida Karina.

Hace relativamente poco tiempo, todos los briks eran prácticamente iguales, y se abrían cortando un pico de uno de los angulos, pero las sabias cabezas pensantes de las grandes empresas activaron su dispositivo de descubrimientos e inventaron unos nuevos procedimientos que revolucionarían para las posteridad los sistemas de aperturas de los envases que nos da por llamar brik. Palabra a buen seguro anglo-sajona, pero es que, a estas alturas, es más que cierto que nos estamos americanizando...

También, es muy posible que la palabra en si, americanizada o no, tenga raíces indo-europeas, ya que la palabra francesa brique, quiere decir textualmente ladrillo y, bien pensado, la apariencia de un ladrillo es, de todas todas, la de un brik.
Como quiera que uno no domina todas las palabras de nueva generación, sobretodo si son de otros países y por lo tanto en otro idioma, pregunté a un erudito en brik si se escribía con K, y me contestó que creía que sí...

No contento con esa poco convincente contestación, pregunto a mi mujer si sabe lo que es un brik (porque en mi diccionario, algo viejo ya, no viene). Y me contesta: "... hombre, claro es el envase de la leche por ejemplo..., se llama "Tetabrik", y sino, míralo en un envase..."
Contestación rápida y concisa que realza los siempre presentes reflejos de mujer.
Antes de mirar un envase y partiendo de esta nueva denominación, hojeo nuevamente el diccionario y, nada de nada.

Partiendo de la teoría de Descartes, pienso que la asociación de Teta y brik de leche, es muy posible y bastante coherente, pero, ¿ y la del vino ?

Vuelvo a la sugerencia de mi esposa: abro el frigorífico, cojo el primer envase con forma de ladrillo y leo en letra muy gorda y en dos idiomas (español y portugués) que es leche de vaca entera, pero honradamente, no creo que hayan podido meter la vaca entera en ese pequeño ladrillo de cartón... aunque bien pensado si en pleno siglo XXI hemos sido capaces de meter en un raquítico cliché de apenas unos centímetros cuadrados, familias reales enteras y grupos de personas importantes de la actualidad política, es muy posible que, comparativamente hablando, se pueda meter una vaca en un brik de un litro. Claro, los listos de turno me dirán que no es lo mismo, cosa que no puedo discutir, pero la verdad es que la vaca, por lo menos da leche , y la foto, si es que la da, sería en todo caso, " una poca leche"...

En cuanto al valor nutricional, tengo que recurrir a la famosa lupa de Sherlock Holmes y, una vez leído, tratar de comprenderlo, porque no todo el mundo es endocrino...

Nueva consulta al frigorífico. Ahora le toca al vino . Pero ya no se llama Tetabrik, es Tetra - pero tampoco se llama brik: Se llama Pak. - O sea: Tetra Pak - y este viene en cuatro idiomas. En definitiva, un lio de mil demonios alados para llegar a ninguna parte. Se me ocurre que lo mejor sería darle el brik al negrito de la película " Los Dioses deben estar locos, locos, locos" y, junto con su liante botella de Coca Cola, tire las dos por el barranco del fín del mundo...

Estas reflexiones no son mas que elucubraciones con tintes anécdoticos, porque donde se complica la situación, que es realmente a lo que más le temo y donde pienso que uno y uno son tres, es al momento de abrir el tapón del pequeño envase de cartón.

Este tapón es de hecho el gran invento contemporáneo. Ya no hay que recurrir al cuchillo o a las tijeras. Media vuelta y asunto finiquitado... Esa es la teoría y la finalidad. Pero entre la teoría y la práctica, hay un abismo:

- En un primer intento, el tapón no se abre ni queriendo. Otro intento y nada, los dedos patinan y uno busca el recurso de un paño de cocina. El paño huele al marisco que comimos al medio día. Lávate las manos y recurre (porque eres hombre de grandes alternativas - como los Ministros - pero un poco menos) y recuerdas esa especie de tijeras rojas que comprastes en los chinos para abrir tres tamaños de botes. Después de investigar cuatro cajones, lo encuentras y ya, todo es coser y cantar.
Bueno diremos que coser, vale. Pero en cuanto a cantar, es otra música...

- Abres el tapón, con ruido de desentonada carraca y te encuentras con la cerradura de seguridad FAC, o similar, y un diminuto arito de plástico blanco. Es la llave de la última frontera. Tiras del aro que abre a su vez una protección de papel de aluminio y, te quedas con cara de bobo, con el brik cerrado a cal y canto y con el arito entre los dedos...

- La última maniobra es la más simple y como dijo el otro: "... a los grandes males, los grandes remedios..." Cojes un cuchillo, perfora limpia y llanamente el papel de aluminio, y el vino está a tu alcance.

- Pero, tampoco termina ahí la epopeya. el vino con el ruido de una pequeña cascada, sale a borbotones, el brik respira ruidosamente, coje aire y lo expulsa... el vino se dispara más allá de las fronteras del vaso , mancha mesa o mantel y ya sabes lo que viene detrás... Y todo por culpa de un puñetero cierre de brik. Era de esperar, ya que la rendija abierta con la punta del cuchillo no es la prevista por esos ingenieros del brik. Acto seguido metes el meñique y procurar arreglar la situación, lo que no deja de ser una triste chapuza.

Yo, acostumbrado ya de antiguo, a mis cuchillos o tijeras, abro un pequeño ángulo en una de las puntas y dejo el tapón donde está, que para eso sirve.



El comentario de rigor es siempre el mismo "... pero no ves que tiene un tapón, para qué lo abres por otro sitio..." -

Mi contestación también es siempre la misma : " porque eso es para los listos, yo tonto, tradicional, pero disciplinado..."

La moraleja de esta pequeña exposición podría resumirse en pocas palabras : ¿ Compensa realmente para el consumidor, y económicamente para el empresario, la añadidura de ese pequeño e incordiante tapón ? Habrá que meditar al respecto.

El Cuervo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, me he reído un montón con lo del arito en el dedo y eso cerrado a cal y canto; me he visto con cara de bobo mirando el brik. Muy bueno, sobretodo la última parte.

davibu dijo...

Muy bueno lo de la vaca entera dentro del ladrillo...

Y lo de hacer el agujerito a la antigua usanza, aunque tenga tapón me parece lo más práctico y seguro.

De todas formas, yo no sé si he tenido suerte con este tipo de envases pero por lo general no he tenido nunca excesivos problemas a la hora de desenroscar esos tapones.
Espero que ahora no me cambia la suerte taponera

Anónimo dijo...

a Davidú:
Cuando te conviertas en "amo de casa" y para eso creo que ya te falta poco aprenderas muchas cosas que ahora, ni sospechas...y entre ellas, la de los brik - y veras como te canta la gallin la "Jefa" cuando le manches el mantes con vino.
El Cuervo.